domingo, 7 de noviembre de 2010

LA NATURALEZA



Para el escritor romántico, el paisaje es una proyección de sus sentimientos. Se convierte en una compañera con la que se comunica.

De ahí que prefieran los ambientes lúgubres, libres y agrestes que estén en consonancia con su mundo interior: ruinas de castillos medievales, bosques tenebrosos, cementerios,...

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